viernes, 18 de julio de 2014

Segundo día: Empezamos a excavar

El primer día de excavación del curso, después de un desayuno que proporcionó algo más de proteína animal a nuestras reservas, necesaria, por otro lado, para la larga subida al castillo, Francesc Busquets explicó in situ a los alumnos las distintas zonas excavadas hasta el momento. Los miembros del GROB, entretanto, dividieron la zona a excavar durante el curso en seis subzonas, cada una de ellas dirigida por un miembro del equipo: Dominika Nociarová, María José Adserias, Barbara Baldino, Josep Liria, Gemma Prats-Muñoz y Assumpció Malgosa. Cada uno de ellos se encargó de orientar a un grupo de alumnos compuesto por cuatro o cinco personas.

Llegada a la zona del Castell de Besora.

La iglesia del castillo explicada por Francesc Busquets.

GROB organizando la zona de excavación.

A pesar del sol de justicia, la excavación se inició con muchas ganas por parte de todos los participantes. En primer lugar, se tuvieron que rebajar grandes montículos del terreno, en los cuales se encontraron muchos fragmentos de todo tipo de huesos aislados, probablemente provenientes de enterramientos antiguos revueltos por enterramientos posteriores.

Grupo de Assumpció Malgosa.

A pesar del gran número de fragmentos aislados, tres cosas entraron en sinergia para reconfortarnos a todos: el almuerzo, consistente en coca, fuet y chocolate, el hallazgo de un esqueleto articulado prácticamente completo, así como de varios cráneos que podrían también formar parte de individuos completos, y el hallazgo un dado de hueso muy bien conservado.

Primer esqueleto completo de la excavación de este año.

Dado de hueso recuperado.

A la hora de comer, bajamos hasta Santa Maria de Besora. Algo más de vino, cerveza, proteína animal y buenos postres nos recargaron las pilas y nos prepararon para las presentaciones de la tarde. A pesar de ir con cierto retraso, pues ya se sabe que la sobremesa es imprescindible para el buen funcionamiento neuronal, pudimos escuchar a Francisco Etxeberria hablándonos sobre cómo reacciona el hueso ante lesiones traumáticas y sobre cómo podemos distinguirlas de otro tipo de alteraciones. En este sentido, la importancia de diferenciar entre fracturas perimortem y alteraciones postmortem fue recalcada, pues durante la excavación se deben tener en cuenta varios aspectos que serán determinantes a la hora de concluir qué es una lesión traumática y qué es producto de una alteración tafonómica.

Comida en Santa Maria de Besora.

Conferencia de Francisco Etxeberria.

Ignasi Galtés expuso una serie de ejemplos de casos forenses para explicar qué podemos ver en un cadáver reciente que ha sufrido una herida contusa o por arma blanca, y qué señal puede llegar a dejar esa herida en el hueso. Finalmente, Albert Isidro presentó unos cuantos casos clínicos y explicó cuál era su origen más probable con la ayuda de los asistentes.

Muestra de huesos de extremidad superior con distintas lesiones.

Después de una ducha rápida para quitarnos el polvo de las orejas, cenamos ligero (lo digo por las patatas rellenas), rebajamos con vino, y cada oveja a su corral, que la antropología requiere un grado importante de descanso.   

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